EL ROMANCERO VIEJO

Los romances son breves composiciones épico-líricas que se cantaban al son de un instrumento. Tienen un número indeterminado de versos octosílabos que riman en asonante los pares, quedando sueltos los impares. Hay dos tipos de romances: romances viejos (los anónimos) y romances nuevos (los compuestos por un autor culto). Aquí nos vamos a ocupar de los romances viejos.

    Los romances viejos se compusieron entre finales del siglo XIV y mediados del XVI, aunque hay romances viejos más modernos. Se transmitían de manera oral, de generación en generación.

Hay dos teorías con respecto a su origen :
  • Teoría tradicionalista, según la cual proceden de la fragmentación de los cantares de gesta (cada verso de 16 sílabas da lugar a dos versos de 8).
  • Teoría individualista, según la cual la forma métrica del romance la inventó un autor individual, y tuvo un éxito inmediato.

    En cuanto a la temática, hay romances épicos (batallas, hazañas, etc.) y romances líricos (sentimientos).

    Por lo que respecta a la estructura, encontramos dos tipos de romances :
  • Romance-cuento, que consta de presentación, nudo y desenlace (cuenta una historia entera).
  • Romance-escena, que se caracteriza por el comienzo “in medias res” (falta la presentación) y el final truncado (parece que la historia no termina).

    Características de los romances viejos:

  • Predominan la narración y el diálogo sobre la descripción.
  • Gran cantidad de variantes, debido a la transmisión oral (es decir, hay diferentes “versiones” del mismo romance)
  • Variedad de tiempos verbales (alternan verbos en presente y en pasado).
  • Principales recursos: repeticiones (de palabras, de versos, anáforas), paralelismos, antítesis y enumeraciónes.

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