EL GÉNERO DRAMÁTICO


El género dramático o teatral es aquel que representa algún episodio o conflicto mediante el diálogo entre personajes. La obra dramática puede estar escrita en prosa o en verso, y está destinada a ser representada ante un público.

La palabra dramático proviene de “drama” (del griego drao, 'hacer'), nombre genérico de toda creación literaria en la que un artista llamado dramaturgo concibe y desarrolla un acontecimiento dentro de un espacio y un tiempo.

Una característica esencial es la acción. Lo que sucede en la obra no está descrito ni narrado, sino visto por el espectador. Aunque la obra está escrita, lo principal es lo que ocurre en ella (existen obras dramáticas sin palabras, es decir, mudas, en las que se utilizan gestos y actitudes para expresar los conflictos).

Orígenes y evolución
El teatro tuvo su origen en Grecia. En un primer momento, las representaciones estaban relacionadas con el culto a Dioniso, dios del vino y la alegría, por lo que tenían un carácter sagrado. Consistían básicamente en himnos dedicados a la divinidad. Estas primitivas ceremonias fueron evolucionando y así fue surgiendo el género dramático como tal. Los dramaturgos griegos más importantes fueron Sófocles, Eurípides y Esquilo.

De Grecia el teatro pasa a Roma, siendo los autores más destacados Plauto, Terencio y Séneca. Durante los primeros siglos de la Edad Media el teatro se extingue, y alrededor de los siglos XI y XII el teatro surge de nuevo en Europa. Se escriben así comedias en latín, para ser representadas en monasterios, cortes y universidades. Era un teatro culto, no dirigido al pueblo. El teatro popular nace en las iglesias, vinculado a la liturgia (dramatización de escenas del Evangelio, en lengua vulgar, que se representaban principalmente en Navidad, Epifanía y Semana Santa). Conservamos, aunque incompleto, el Auto de los Reyes Magos, de finales del XII o principios del XIII, obra anónima como todas las de su época. En el siglo XVII el teatro alcanza su máximo esplendor, con Lope de Vega como creador de la llamada comedia nueva, que revoluciona el teatro clásico. Otros dramaturgos importantes de la época serán Tirso de Molina y Calderón de la Barca.

Características formales
En toda obra teatral podemos distinguir un texto principal y un texto secundario. El primero tiene como forma textual principal el diálogo, que corresponde a los intercambios verbales entre los personajes (parlamentos). Otras formas textuales son el monólogo o soliloquio (reflexión en voz alta realizada por un solo personaje para que el público conozca lo que piensa o siente) y el aparte (intervención breve, realizada por un personaje, que no es escuchada por los demás pero sí por el público).

El texto secundario está constituido por las acotaciones (indicaciones del autor para la puesta en escena: decorado, gestos, iluminación...).

La obra dramática suele estructurarse en
  • Actos (llamados también jornadas en el teatro clásico): Es la subdivisión más importante. Cada acto termina con la caída o cierre del telón.
  • Escenas: Los actos se dividen en escenas, en las que participan los mismos personajes. Se cambia de escena cuando entra o sale un personaje.
  • Cuadros: El cuadro es el cambio de decorado dentro del acto, producido por la quiebra de la unidad de lugar.
Principales subgéneros dramáticos:

Tragedia: Los personajes suelen ser nobles (aunque no en las tragedias modernas) y, en su lucha contra el destino (en cualquiera de sus formas), se ven abocados a un final desdichado. Ejemplos: Edipo rey de Sófocles, Electra de Eurípides, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba de Lorca.

Comedia: Presenta aspectos más triviales y cómicos de la vida. Además de buscar la sonrisa del público, suele criticar los vicios y males de la sociedad. Tiene un final feliz. Son típicos de la comedia los enredos y equívocos en las situaciones y los juegos de palabras en el lenguaje. Ejemplos: La dama boba y El perro del hortelano de Lope de Vega, El sí de las niñas de Moratín o las obras de la alta comedia de Jacinto Benavente.

Drama: Mezcla elementos de la tragedia y de la comedia. En el contenido tiene semejanzas con la tragedia, pero se acerca más a la vida cotidiana del ser humano. Ejemplos: Doña Rosita la soltera de Lorca e Historia de una escalera de Buero Vallejo.

Auto sacramental: Composición de tema religioso, protagonizada por personajes alegóricos. Ejemplo: El gran teatro del mundo de Calderón de la Barca.

Farsa: Es una obra teatral cómica, destinada a hacer reír al público. Se diferencia de la comedia en que esta última tiene una trama convincente, más cercana a la realidad, mientras que en la farsa aparecen situaciones disparatadas y personajes ridículos. Ejemplos: Farsa y licencia de la reina castiza, de Valle-Inclán, El retablillo de don Cristóbal y La zapatera prodigiosa, de Lorca.

Sainete: Pieza breve, de ambiente y personajes populares y generalmente cómica, en la que frecuentemente se ridiculizan vicios y convenciones sociales. Por ejemplo, los sainetes de Carlos Arniches o de los hermanos Álvarez Quintero.


Esperpento: Es un género creado por Valle-Inclán, que presenta una realidad deformada y unos personajes próximos a la caricatura, con una fuerte crítica social y política. El primero de ellos fue Luces de bohemia.

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